Cifuentes dimite.

Bueno, pues la señorita Cifuentes  como sabréis  todos a estas alturas ha dimitido. Sí, pero no porque admita lo del máster, si no por el filtrado  de un vídeo  donde aparece robando  unos botes de crema.
Este ha sido públicado por OKDiario, un periódico,  que a priori es de derechas.

Esta es una alegría pero a medias. Por un lado me agrada  que se haya alejado del epicentro  de la actividad  política, pero por otro, estoy amargado porque no ha sido por haber mentido en documento  público, con su correspondiente  tráfico de  influencias y la corrupción  que  esto conlleva.

Sigue obstinada en que es inocente  y que hay una persecución  detrás  de ella.
Esto también  es una verdad pero a medias.
Me explico, la ley de protección  de  datos obliga a que se eliminen los datos de las grabaciones  de seguridad  una vez que estas ya no son de utilidad.
Y han pasado 2 años  desde aquello, por lo que el delito ya ha prescrito.
Peero, es cierto  que  un personaje  político como es ella debe ser honesto. Y alguien  que  hace algo así  no lo es.
Hay una campaña  en contra de los corruptos  y usa métodos, a veces poco ortodoxos  y discutibles, pero yo soy de los que  piensan que ante los criminales que  acceden  a puestos  públicos cualquier  método  que pruebe de forma fidedigna  y real la culpabilidad  debe ser considerada pues resulta  inestimable  el daño que han ocasionado.  También  afirmo que hay que castigar al que  haya obtenido  estas pruebas  de  forma ilegal.
En definitiva, que  ambos acaban infringiendo  la  legislación y deben recibir sus respectivas consecuencias.

Como siempre, me despido recordándoos que podéis seguirme tanto en Twitter @aka1921 como en Instagram, @acacarlos48.

Un saludo  y ¡paz!
Hasta la siguiente  entrada.