¿ Qué es la democracia?
Según su origen etimológico la democracia es el gobierno del pueblo. Aunque por practicidad se práctica una forma de democracia representativa, hay sutiles diferencias entre naciones, con una mayor participación ciudadana o, por otro lado una mayor delegación del ciudadano en el político.
Pero si algo hay en común es la iniciativa legislativa popular, que debería retornar el poder al pueblo, que es de quién emana.
No obstante, en el caso español, está reglamentada de una forma que impide su utilización, pues las Cortes Generales, además de exigir un aval elevado, podrá optar por no tramitarlo, y por tanto estará desoyendo a una parte considerable de la población. Esta es, una práctica que recuerda a la máxima del despotismo ilustrado, " gobernar para el pueblo, pero sin el pueblo". Porque aunque oficialmente, esta nación es una democracia, es tal el nivel de delegación y tan escasa la participación ciudadana que, a priori, es una oligarquía. Una oligarquía, cuya principal profesión es la política hasta que pueda obtener asiento en el consejo de administración de alguna empresa. Y es precisamente este conflicto de intereses, el que juega en contra de los intereses públicos.
Para lograr una auténtica democratización de las instituciones públicas, es preciso incrementar la participación ciudadana y restar privilegios a la oligarquía financiera y política. Como ejemplo de esto, se pueden suprimir los aforamientos y los salarios de cargos electos, con una ley electoral que no incumpla el artículo 14 de la C.E. y por último pero no menos importante, candidaturas abiertas para los cargos electos que dirigen la administración, y no listas cerradas y aglutinadas según los intereses de partidos.
Como siempre, me despido recordándoos que podéis seguirme tanto en Twitter @aka1921 como en Instagram, @acacarlos48.
Un saludo y ¡paz!
Hasta la siguiente entrada
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Para lograr una auténtica democratización de las instituciones públicas, es preciso incrementar la participación ciudadana y restar privilegios a la oligarquía financiera y política. Como ejemplo de esto, se pueden suprimir los aforamientos y los salarios de cargos electos, con una ley electoral que no incumpla el artículo 14 de la C.E. y por último pero no menos importante, candidaturas abiertas para los cargos electos que dirigen la administración, y no listas cerradas y aglutinadas según los intereses de partidos.
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